Comisarias/os de feria en feria

Actualmente, las lógicas del mercado del arte promueven que las transacciones económicas de compra de obra se realicen en los pabellones feriales internacionales. Este hecho, ha generado nuevas dinámicas en la adquisición pero también en la recepción de la obra de arte.

Ante este panorama aparece AF·FAIR  (Another Fucking FAIR) impulsado por trama34, un colectivo de artistas y comisaria, que proponen transformar su estudio en una feria comercial con la colaboración de diferentes comisarias y comisarios. AF·FAIR reivindica más visitas al estudio y menos ferias como vía para profundizar en sus prácticas y establecer vínculos más allá de las relaciones comerciales.

Site-Specific Conversation (Beatriz y Zaida) se suma a las reflexiones y organiza como actividad paralela de AF·FAIR una conversación en torno a las prácticas curatoriales en el contexto de las ferias. Para ello, invita a tres comisarios con experiencia en ese contexto: Rosa Lleó (Barcelona, 1980), Juan Canela (Sevilla, 1980) y David Armengol (Barcelona, 1973).

 

Zaida

Para empezar a conversar nos gustaría saber en qué ferias habéis participado y en qué consistió vuestra colaboración.

Rosa

Me voy a centrar en mi participación en ARCOmadrid 2017, en la sección Futuro. ARCO invitó a la comisaria Chus Martínez a comisariar esta sección con el concepto establecido y al estudio de arquitectura andresjaquearchitects para el diseño del espacio. Chus, a la vez, invitó a la comisaria suiza Elise Lammer y a mi a formar parte del equipo curatorial. Aunque el tema ya estaba dado y era muy general, no queríamos caer en la idea de futuro como predicción de aquello que se va a vender próximamente. Nuestra reflexión giraba en torno a la idea de que el futuro no existe o, al menos, nosotras como comisarias no podemos pronosticar lo que va a pasar.

Las tres trabajamos normalmente en contextos no comerciales, por ello, tal vez, planteamos la selección pensando en invitar a artistas y no en invitar a galerías. Cada una propuso unos artistas y a partir de aquí contactamos con sus galerías. Al principio fue un proceso bastante orgánico, al estar acostumbradas a trabajar en instituciones o espacios non-profits pensamos el programa, como decía, en relación a los artistas pero posteriormente, con la experiencia, nos dimos cuenta que quizás no había sido la mejor manera por la cantidad de agentes implicados. En otro tipo de espacios donde trabajo, como The Green Parrot, la relación con los artistas es más directa, los tiempos son más relajados, sin planes y calendarios tan rígidos. Pero claro, en una feria tan grande, obviamente, hay que  funcionar de otra manera. Fue todo bastante complejo…sobre todo los tiempos. En la feria todo sucede durante una semana y, mientras estás ahí, no puedes reflexionar sobre lo que estás haciendo en ese momento. No hay una evolución orgánica.  

También la comunicación en este tipo de contextos es compleja: debes comunicarte a través de una cadena de personas muy larga y esto no facilita las cosas.

Debo decir que tampoco estoy en contra de que este contexto sea comercial, puesto que, en el fondo, en todos los contextos existen transacciones mercantiles (bienales, instituciones…), sin embargo, en la feria es más evidente porque están las galerías.  

Me parece interesante que cada vez más comisarios colaboren en ferias pero, hay que reconocer que, es un contexto difícil para trabajar y pensar con tiempo.

Juan

La primera vez que colaboré fue con Bar Project en Swab, Barcelona, en una sección de galerías jóvenes. De hecho, no fue mi primer contacto con ferias ya que antes de trabajar de comisario independiente trabajé en una galería, en NoguerasBlanchard, durante cinco años; con lo cual había ido a muchas ferias pero desde otro lugar, desde el lugar de la galería, o sea que conocía bastante el contexto desde el punto de vista del galerista.

Posteriormente, como comisario independiente, volví a colaborar con Swab pero esta vez organizando una sección de performance. El programa fue un encargo del director. Al tratarse de performance le pedí que no implicara a galerías, sino directamente a artistas. Si hubiese contactado a las galerías probablemente no hubiesen querido participar, o bien, por tratarse de un formato poco comercial como es la performance o por tratarse de una feria pequeña. El programa estuvo muy bien en muchos sentidos pero en otros fue difícil, ya que hacer performance en un contexto de feria es complicado. .

Años después participé en ARCO, hice la sección Opening durante dos años colaborando con otras curadoras. Esta sección invita a galerías con menos de siete años de trayectoria. Como decía Rosa, ARCO es una cosa muy grande, es una feria donde es más fácil traer galerías y esto te permite tener más facilidad a la hora de con quién quieres trabajar.

En este caso, pensé tanto en artistas como en galerías. Lo que más me preocupaba era pensar en qué tipo de galerías están funcionando hoy en el mundo y que nuevos modelos aplican. Un ejemplo sería Proyectos Ultravioleta en Guatemala, que son un colectivo de artistas que acaban formando una galería y el funcionamiento en ferias internacionales les permite hacer proyectos en su país.

Hay que ser consciente de cuál es el contexto y que en una feria, al final del día, por mucho que se le esté intentando dar un contexto más discursivo con colaboraciones de comisarios, el objetivo de la feria es ser un espacio de compra-venta igual que lo es una galería. Es evidente, y más cuando estás ahí, que tu trabajo como curador no es igual que en otro lugar, en ningún contexto es igual que en el otro; no es lo mismo trabajar en un non-profit que en una institución grande o institución pequeña… Pero la diferencia con la feria es que no estás decidiendo junto al artista, sino que por medio está la galería, y esto lo tenemos que tener muy presente porque el que está poniendo el dinero es el galerista.

 

 

David

Yo también participé en Swab, pero mi relación con esta feria fue algo distinta. Fue un encargo del director de la feria. Me propuso incorporar una sección de espacios independientes. Como comentaban Juan y Rosa, la práctica curatorial aparece en la feria de una manera paralela, parece que va a complementar con programas y discursivamente, pero hay una intensidad fuerte en la que sólo parece que estén en juego los galeristas y los artistas; los contenidos y los continentes de este sistema. Yo no tenía claro si participar, ya que no tengo una relación cómoda con este contexto aunque, después de pensarlo bien, lo hice durante dos años. Acepté porque pensé que podría aportar una mirada contextual. Propuse una pequeña radiografía de lo que son los espacios independientes, no sé si fue una buena idea introducirlos en este contexto, pero consideré que era necesario ya que parte de las prácticas artísticas se están dando en non-profit. Sinceramente me gustó participar, me lo pasé bien aunque vi que habían condicionantes distintos a como me gusta trabajar. Mi deseo como comisario es trabajar con los artistas y en una feria trabajas con estructuras. Uno de los problemas de trabajar con estructuras es que se basan en el dinero. En Swab querían dar un trato a estos espacios similar al resto de las galerías y esto no podía ser. Sólo discutir que no deben pagar ya es muy difícil porque la mentalidad de la feria es otra.

Creo que en ese contexto hay unas relaciones más tensas de lo habitual. Al menos a lo que se refiere al deseo como comisarios, como comentaba, trabajar con artistas, trabajar con contenidos y conseguir una relación de beneficio mutuo entre artista y comisario.

Beatriz

Siguiendo con lo que apuntas David, respecto a que en Swab querían exigir a los espacios non-profit las mismas condiciones económicas que a galerías comerciales, leí hace poco un artículo en el que decía que los responsables de Art Basel están replanteando las condiciones económicas que exigen a las galerías. Así están pensando en que las galerías que precisen de más metros paguen más en proporción a las galerías que soliciten menos metros.  Señalaban que no se trataba de un acto de generosidad sino una medida para que galerías más pequeñas no se queden fuera del circuito y las ferias no pierdan potenciales clientes ya que sino las ferias acabarían muriendo. 

Rosa

En la sección Futuro las galerías fueron invitadas.

También tengo experiencia en el otro lado ya que con The Green Parrot fui invitada por David en Swab y ahí conocí al director de ART-O-RAMA, Marsella, que me invitó a participar en esa feria. Al ser un espacio non-profit no tuvimos que pagar estand pero tienes otros gastos. De todas maneras, tengo que reconocer que fue muy buena experiencia; hubo muy buen trabajo entre los artistas June Crespo y David Bestué ya que pensamos con tiempo el estand y funcionó a nivel de visibilidad y ventas.

Como política del espacio tuvimos claro que no asistiríamos a ferias que nos cobraran fee. Tras ART-O-RAMA denegamos muchas invitaciones a ferias porque teníamos que pagar.

Juan

Normalmente se paga para asistir a las ferias. Y de hecho, juega a la contra a las galerías pequeñas o medianas e incluso a los curadores ya que las galerías cuando pagan exigen mucho más sobre lo que se expone. Como curador puedes seleccionar la obra de un artista pero si no es vendible dudo que el galerista acceda a llevarla a la feria. Y es en ese momento que entras en una discusión, que no se tiene en otros contextos, sobre lo que se va a vender o no. Hay que ser conscientes y ser capaces de dialogar y ejercer la mediación entre el/la galerista, el/la artista y la feria.

Justo ahora estoy trabajando para Artissima en una sección de artistas jóvenes y también me encuentro limitado por estos condicionantes ya que las galerías tiene que pagar.

El sector galerístico lo está pasando muy mal. Es difícil sostener el sistema ya que las ferias son muy caras y si no vendes no recuperas lo invertido.

Zaida

Tal vez más que morir las ferias, como apuntaba el artículo sobre Art Basel, las que mueren son las galerías.

Juan

Cada día cierran galerías. Los comités de ferias están formados por galerías grandes y a estas no les interesa que cambie nada. Una posibilidad sencilla sería pagar en base a los precios que tienes en el estand. Las galerías pequeñas o medianas muchas veces aunque vendan todo el estand no logran cubrir los gastos que conlleva una feria, en cambio galerías grandes pueden triplicar el beneficio ya que los precios rondan los 100.000€.

Más allá de eso, como decía Rosa, en una feria estamos trabajando directamente con el mercado pero cuando trabajas en una exposición para una institución los artistas también están teniendo un rédito comercial. Luego cada uno/a es libre de estar más cerca o lejos de eso. A mi me gusta trabajar tanto en ferias como en galerías, supongo, porque tengo experiencia por haber trabajado en una y entiendo cual es ese trabajo. Me parece que las galerías hacen una labor importante. Quizá tal como funciona hoy el mercado es insostenible pero es necesario buscar las formas de darle la vuelta y ver la manera de que las galerías funcionen.

 Beatriz

Me gustaría comentaros un tema, que discutimos con Zaida, en relación a cómo los comisarios a parte de dar valor discursivo y de seleccionar artistas en las ferias, adoptan la función de «ojeador», en el sentido de captadores de galerías que podrían formar parte de los programas generales de las ferias.

Juan

Es así. De hecho el nombre de Opening viene de ahí «ábreme el camino». Si a una galería le invita directamente un determinado comisaria/o va a tener más interés en asistir que si le invita la feria. Son todo estrategias para que las galerías vayan a ferias. Por nuestra parte, tenemos que pensar qué galerías nos interesan y el por qué: por cómo trabajan con un determinado artista; por cómo trabajan en general; por cómo tratan a los artistas; por cómo invierten el dinero que ganan… por un montón de cosas. Es en este rol en el que podemos aportar también nuestra visión. Particularmente, muchas veces invito a galerías que he visitado con antelación y por algún motivo me han interesado.

Zaida

Como vemos, las ferias cada vez están diversificando más su oferta, hasta el punto de que ARCO en la edición pasado organizara, como nos ha explicado Rosa, una sección más parecida a una exposición. ¿Considerais que la feria es un lugar para acoger proyectos más expositivos?

Juan

Esperas ver una exposición y al final el resultado es otro. En Buenos Aires también llevan años organizando una exposición donde invitan a comisarios pero no termina de funcionar por varias razones.

Rosa

Es difícil pensar en una exposición en la feria ya que muchas galerías quieren mostrar varios trabajos del mismo artista y vienen con la idea del estand.

Zaida

Que ARCO en la próxima edición no lo vuelva a repetir podría ser indicativo de algo…

 

Juan

Lo importante es ser honesto; saber dónde estás y entender lo que es, que no deja de ser una feria. ARCO además es la primera institución artística del país, antes del MNCARS ya existía. Hay gente que cada año visita ARCO y no va a museos y lo único que conocen de arte contemporáneo es lo que ven allí.

David

Yo respondería directamente que no, no es el lugar para hacer exposiciones. Siempre va haber unos condicionantes excesivos que van a limitar esa experiencia. Por muy bien que vaya la relación curatorial con los artistas, aunque sea un proceso muy rico y puedan suceder muchas cosas, siempre va a estar condicionado. Nosotros normalmente trabajamos con una riqueza procesual que hace que las cosas puedan ser de un modo u otro aunque luego lo que está en juego es ese hábitat expositivo que tiene mucho peso. Creo que siempre habrá demasiadas condiciones por muy buena que sea la exposición, por muy buena intención o expectativas. Al final la incursión del comisariado en la feria siempre va a depender de elementos instrumentales que van a jugar a la contra y que no van a permitir que las cosas fluyan como les gustaría a los artistas o a los comisarios.

Beatriz

Una solución podría ser hacer la exposición fuera del recinto. Al no estar localizado en el mismo lugar, no compartirían las misma dinámicas, el público quizás sería diferente y tendría visibilidad, que es lo que venden las ferias.

Juan

Respecto a la gran cantidad de gente que pasa, no te olvides que esto es un fenómeno que pasa en ARCO y no es habitual en otras ferias. Yo considero que no hace falta que la feria organice una exposición, existen otros muchos lugares maravillosos haciendo exposiciones.

Rosa

Hay secciones que tienen más sentido para la feria como es Opening. Y resultan beneficiosas para todos.

Intervención del público: Jordi Pino

Me parece muy interesante lo que habéis expuesto. El comisario en la feria es una arma de doble filo, me parece que es un reclamo, dinamiza el espacio y atrae a otro tipo de público con dinámicas que no suelen suceder en una galería. Pero también, como apuntaba David, me parece peligroso dar el visto bueno a cosas que van en contra de las buenas prácticas que seguís vosotras/os. Como por ejemplo que no tengan presupuesto o que vuestra intervención sirva de instrumento para suavizar la parte más dura de las ferias.

Juan

Las condiciones económicas pueden ser malas también en otros espacios como museos, etcétera. A lo que respecta a la instrumentalización, esa doble moral la piensas todo el rato y más en ese contexto que es tan explícito.

 

 

Zaida

La feria es peligrosa también porque puede convertirse en el único contacto que tengan algunos públicos con el arte contemporáneo.

  Beatriz

Bueno, de todos modos la vinculación de los comisarios en las ferias, y en el espacio comercial, es cada vez mayor. Ferias que incluyen programas comisariados, galerías que se esfuerzan para presentar estands también comisariados y que habitualmente en sus espacios trabajan con comisarios.

Intervención del público: Rafel G. Bianchi

He vivido como artista con galería y considero que la feria conlleva o ha conllevado una cierta paradoja y que su finalidad no acaba de ser aceptada: una feria es para vender. Todos los actores que formamos parte hemos de ser conscientes de esto y asumirlo sin prejuicios. A mi cuando me pedían una pieza para una feria no iba a joderme ni a mí, ni al galerista, ¿acaso no puedo hacer algo que pueda gustar con un precio asequible en el mercado? La idea es esa.

Como pensamos que ARCO era el espacio del arte contemporáneo tenía que ser «todo», y no es «todo» es una «fucking feria» y no ésta (AF·FAIR). Parece mentira que podamos pensar que los que participamos en la feria nos prostituimos.  No. Somos unos profesionales y como profesional nos adaptamos a las circunstancias. No se tiene que maquillar con charlas, presentaciones etcétera, la feria no es eso.

Juan

Todo es parte de lo mismo, ¿por qué se hacen encuentros profesionales? Yo he organizado algunos y lo que quieren es que venga gente con poder dentro del sector del arte para generar ventas.

De esos encuentros profesionales también sacan partido los comisarios.

David

Quizás los encuentros profesionales funcionan. Lo que sucede con las charlas pueda estar relacionado con los tiempos de calidad. La intensidad de la feria monopoliza la gran parte de tiempo de consumo. Es muy difícil seguir charlas de calidad ya que no dispones de tiempo y este hecho genera una competencia interna.

Rosa

Nosotras también organizamos charlas y no funcionaron.

David

A pesar de todo, incorporar a comisarios en la feria puede tener una lectura positiva ya que implica un cuidado extra y es lo que hacemos. Ahí están los artistas como materia de base y las galerías como representantes, la venta como sistema. En el fondo puede ser todo instrumental, puede ser muchas otras cosas de las que hemos hablado, pero hay algo bueno: que tu trabajo siempre va a beneficiar a los artistas y a la feria ya que cuidamos un poco más los contenidos, las galerías también lo cuidan pero de distinta forma. Nosotros establecemos un diálogo mucho más intenso, al menos, esa es la base de nuestro trabajo y, bien llevado, se puede hacer en la feria.

Beatriz

Tal vez se tendría que organizar charlas teniendo en cuenta el marco espacial y temporal donde se van a hacer, que no es el apropiado para cualquier cosa. La concentración es la que es…hay ruido…La dinámica de la charla tiene que ajustarse.

David

Aquí mismo (en AF·FAIR) en micro y con una propuesta crítica y más paródica de la feria también sucede, se generan un seguido de relaciones que luego se exponen y se presentan, creo que también tiene su parte positiva.

Zaida

Tendríamos que buscar otros canales para seguir produciendo fuera del mercado del arte ya que la mayoría de las/los artistas no forma parte de ese sistema.

 

Juan

Es verdad que el arte es otra cosa. Las ferias, actualmente, son un negocio que sólo les funciona a los organizadores y a las galerías grandes, el resto lo está pasando muy mal y es muy difícil acceder a este sistema. Tampoco sé si la solución es olvidarse del sistema o aprovechar lo que funciona para intentar aportar nuevas miradas, siempre siendo conscientes de lo que es.

David

Barcelona Gallery Weekend ha planteado otro modelo, parece que se inspire en la feria por lo comunitario pero se construye de otra manera que es invitando a coleccionistas a visitar las galerías en las ciudades. Tal vez se ha creado una alternativa a la feria.

Rosa

Hay una iniciativa promovida por varias galerías internacionales que se llama Condo y se trata de lo siguiente: un grupo de galerías de una ciudad concreta (por ejemplo Londres) acogen cada una a una galería de otra parte del mundo con la que tienen cierta afinidad para hacer una exposición en su espacio. De esta forma también agrupan recursos y actúan de forma comunitaria.

 

trama34 es el espacio de trabajo y asociación cultural que organizó AF·FAIR. Está constituido por los artistas María I. Barros, Matteo Guidi, Samuel Labadie, Diego Paonessa, Germán Portal, Mireia c. Saladrigues, Mario Santamaría, Marc Serra y la comisaria Zaida Trallero.

 

Las imágenes que ilustran la conversación muestran el evento.